En la madrugada ((LIBRE))

Esa noche no había logrado conciliar el sueño. Sin saber bien porque, se levantó antes de salir el sol y les dijo a los criados que prepararan su salida al Karnak.
Le gustaba mucho meditar ahí, puede que fuera por el cariño que su padre le tenía al templo. Sin embargo, el templo que más frecuentaba era el de Philae, por su devoción a Isis.

Una vez allí rezó a los dioses, pidiéndoles consejo. ¿Pero sobre qué? Ni siquiera ella estaba segura. Estaba preocupada. Su tía últimamente le había estado recriminando dedicarle tantas horas a su hermana. Sabía que su tía quería lo mejor para ella, pero no creía justo que no pudiera estar con su hermana y querer dedicarse personalmente a su educación. Nefertari siempre había tenido claro que lo primera eran sus obligaciones y luego lo que quería, pero también tenía obligaciones de hermana.
Por otro lado también estaban sus continuos viajes, sus lecciones, sus reuniones y sus deberes en el templo.
El ambiente en el templo era tranquilo, las antorchas iluminaban el lugar y se veían entrar los primeros rayos de luz.

Seguía sin saber qué la había impulsado a ese lugar, pero se sentía bien estando allí. Contemplaba las historias en los muros y columnas con tranquilidad. Se dirigió a uno de los mejores gravados del templo, se situó justo delante de la pared y reculó un poco, para poder apreciar la totalidad del gravado. Fue entonces cuando chocó con alguien.

La joven reina se giró sorprendida.
“Disculpad, no debería andar hacia atrás sin mirar” dijo excusándose.

"no debeis disculparos joven reina" dijo el joven sacerdote un tanto sorprendido por encontrar a la reina en este lugar."este templo es tan suyo, como lo es de Isis".

Sus palabras no reflejaban para nada lo ke se urdia en su mente en esos momentos, -encontrar a la reina aqui, es una oportunidad que no puedo dejar pasar, ya hace bastante tiempo que no obtengo favor de la nobleza, para celebrar un nuevo festival, y ya va siendo hora de encontrar un poco de diversion- pensó

la frecuente actitud hostil y arrogante del sacerdote hacia las demas personas, cambio a una fingida sonrisa y una cinica actitud afable, hacia la reina, ganar el favor de la reina era lo que esperaba lograr en estos momentos y como siempe habia ocurrido en su vida, el fin justificaria los medios

Conocía a ese sacerdote. Estaba segura de haber hablado con él alguna vez, quizás no habían hablado mucho, un par de palabras de cortesía, pero las suficientes.
Nefertari acostumbraba a conocer a la gente con tan sólo una mirada.

“Amenhotep, ¿verdad?”Dijo después de hacer memoria. “no soy muy buena con los nombres” reconoció.
La verdad es que la primera vez que habló con el joven le pareció alguien retorcido y arrogante, pero quizás lo había juzgado mal.

-Puede que tuviera un mal día-pensó la reina. La verdad era que la actitud del sacerdote era muy amable .

“Sólo he venido a… en realidad no lo sé… supongo que a pensar.” dijo mirando la pared.
“No hay sitio más pacifico que éste en todo Egipto” aseguró la reina.

"veo que me reconoce, tiene usted razon este lugar es uno de los mas hermozos en estas tierras" el sacerdote debia de ganar la confianza de la reina, la verdad no la conocia demasiado, habian cruzado palabras un par de veces, pero nada mas que un saludo y una despedida, aunque recordaba a su padre, el faraon que lo designo como sacerdote

"si no le molesta, joven reina, me quedare aqui asiendole compañia, puede que le sea de utilidad mi compañia en este lugar"
no sabia como comenzar una conversacion, decirle demasiado bruscamente sus intenciones , no le traeria nada bueno, ademas siendo la reina , suponia que debia saber bastante de las artes de la diplomacia. dejaria que ella comenzara una conversacion , pero no la dejaria marcharse demasiado pronto, quizas le hablaria acerca del pueblo, de la ciudad, ella debia de saber acerca de las necesidades de la ciudadania y el como sacerdote se encontraba mucho mas cerca de estos

Nefertari se alegró de acordarse del nombre. Siguió caminando por el lugar con el sacerdote a su lado.
“Dígame, ¿que hace aquí tan pronto? ni siquiera ha salido el sol aún.” preguntó la joven.

“En este lugar es fácil escuchar una conversación, así que supongo que usted oirá muchas y muy variadas conversaciones… el caso es que me preguntaba si habría oído por casualidad algo sobre la bajada de los impuestos. Querría saber cuál era la opinión del pueblo y la suya propia, señor.” dijo con respeto la monarca.

Llevaba muchos día dándole vueltas a muchas cosas, una de ellas era sobre su gobierno. No estaba segura de si lo hacía como debería. Pasaba horas encerrada en su estudio, atendiendo reuniones sobre economía y política.

No pudo evitar sonreír al recordar que su padre le dijo una vez que si le interesaba la opinión del pueblo, preguntara a un sacerdote de cualquier templo. Era curioso que hubiera seguido las instrucciones sin pensarlo.